TERAPIA DE PAREJA

Las crisis de pareja suelen surgir por problemas de comunicación, infidelidades, pérdida de deseo sexual o diferencias de personalidad que generan discusiones recurrentes y un malestar acumulativo. Estas situaciones, en muchos casos, conducen a uno de los miembros de la pareja a tomar la iniciativa de buscar ayuda profesional, ya que no siempre ambos están igualmente convencidos de iniciar una terapia desde el principio.

​

Por esta razón, las primeras sesiones están diseñadas para evaluar la situación de la pareja, comprender el estado actual de la relación y determinar las mejores estrategias para intervenir de manera efectiva. Este proceso inicial permite establecer un punto de partida claro y crear un camino adaptado a las necesidades y objetivos de la pareja.

​

El propósito principal de la terapia de pareja es promover cambios significativos en la dinámica de la relación, reduciendo el sufrimiento emocional y mejorando el bienestar de ambos miembros. Para ello, se ofrece un espacio neutral y seguro donde ambos puedan explorar de manera abierta el origen de sus conflictos, descubriendo aspectos que, aunque ignorados, han contribuido al malestar.

​

La terapia no solo busca resolver los problemas actuales, sino también proporcionar recursos para fomentar un entendimiento más profundo entre los miembros de la pareja. Este proceso puede ayudar a construir una relación más saludable y satisfactoria, o bien, en los casos donde sea necesario, facilitar una separación respetuosa y menos dolorosa. Esto último es especialmente relevante cuando hay hijos, ya que se procura minimizar el impacto emocional en ellos.

​

Sea cual sea el camino que la pareja decida tomar, la terapia es una oportunidad valiosa para transformar las crisis en aprendizaje, crecimiento personal y evolución conjunta. Es un espacio para reconstruir vínculos o cerrar ciclos de manera consciente y respetuosa, priorizando siempre el bienestar emocional de quienes participan en el proceso.

 

 

Los objetivos de la terapia de pareja son: ​

​

• Mejorar y/o potenciar la comunicación. 

• Conseguir una expresión adecuada de emociones y sentimientos.

• Dotar de habilidades de resolución de problemas. 

• Aumentar el número de intercambios positivos. 

• Buscar un equilibrio entre los diferentes deseos, objetivos y metas, que cada miembro de la  pareja tiene en su vida, y que, en ocasiones, pueden ser opuestos.

• Manejar los apegos y modelos familiares inadecuados asumidos desde la infancia. 

• Controlar las emociones desproporcionadas, las discusiones y la hostilidad.

• Fomentar la empatía y la autorregulación en la causa y solución de la conflictividad. 

• Trabajar la desconfianza, celos e infidelidades y problemas sexuales.

• Identificar y corregir expectativas, pensamientos y creencias erróneas en relación al/a otro/a, a  uno/a mismo/a y a la propia relación. 

• Desarrollar insight.