La terapia individual es altamente recomendable para abordar múltiples malestares psíquicos y conflictos emocional​es​ que no permiten al ser humano alcanzar el estado de bienestar deseable. 

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Algunas afecciones que se pueden tratar a través de la terapia individual son: ansiedad, angustia, depresión, estrés, situaciones de crisis, problemas de pareja, timidez, inhibición, impotencia, ataques de pánico, fobias, insomnio, trastornos obsesivos, celos, entre otras.

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La terapia está enfocada en buscar las causas más profundas de los distintos padecimientos, con el fin de comprender de dónde provienen y, en última instancia, poder erradicarlos y liberarse del sufrimiento, liberando así la potencia de vivir de cada individuo. La duración y frecuencia de un tratamiento variará en función de la complejidad y gravedad del caso y de las circunstancias de cada persona.